Mi abuelita llegaba de su trabajo a las cinco de la tarde, entonces a las menos cuarto, yo empezaba la tarea de encender la estufa y ponía agua a hervir, porque tomábamos café apagado, mi abuelita llegaba entonces directamente a prepararlo, vertiendo el obscuro y aomático polvo, así como azucar, en el agua borbollando, la mezcla de inmediato se subía y antes que se rebalsace, Ella, agregaba una taza de agua, esperaba a que diese un hervor, lo apagaba, lo tapaba y dejábalo reposar hasta el momento de ser servido, yo siempre le añadía más agua al mio, porque no me gustaba espeso, mi abuelita decía entonces que eso ya era agua de calcetín.
En lo que esperábamos la llegada de mi abuelito, yo me dedicaba a vaciar la canasta de mi abuelita, la cual contenía ricos bocadillos, que traía de la casa donde trabajaba, ella era muy querida y apreciada, si estaba alguna de mis primas u otra persona en casa, esa acción se posponía, pues de más está decir, que era yo la consentida.
Mi abuelito llegaba a las seis, era entrar y servirle su taza de café, el olor inundaba el ambiente, estabamos juntos, se iniciaba la conversación de lo acaecido en el día, se quitaba su chumpa, poníamos la radio, le pedía que saludase a mis muñecas y...en tanto mi abuelita comenzaba a preparar la cena, nosotros ibamos por el pan a la tienda de la esquina, en donde elegíamos entre la variedad de pequeños molletes, todos blanquitos cubiertos de harina, semitas, churros y champurradas, regresábamos con el encargo y yo con una chuchería en mano, producto de la "alcahuetería" de mi viejito, (palabras de mi Victoria)
Como buena Chapina, conozco la calidad y variedad de esta bebida, dado que nuestro café es uno de los mejores del mundo, aún así, yo continúo bebiendo mi agūita de calcetín, Estuardo en cambio, lo degusta fuerte, sin azucar, destilado y muy caliente, mi Peque, bebe de ambos, eso me agrada porque es como lo bebe y comparte la gente de nuestras áreas rurales, preparado sobre sus "pollos de leña"
Abrir la puerta de casa, al volver de la faena diaria o entrar del jardín, aspirar ese aroma, es extasiar mis sentidos, sentir la presencia de mis viejecitos, es un alud de significancias que amo, familia, calidez, intimidad, cariño, hogar, secretos, risas, lágrimas, penas y alegrías compartidas, memorias que se desbordan del baúl de los recuerdos, que se encuentran grabados, no sólo en la mente, sino principalmente, en el corazón.
Escribirlo, me ha hecho llorar de amor y llenarme de una bella nostalgia, gracias abuelitos, por tanto y tanto amor!
Anny
· Imagen tomada del internet
A mí el café me trae recuerdos de mi mamá, con quien, también por la tarde, compartíamos cada día desde que tengo memoria. Cuando ella se fue, aunque lo intento, no me sabe igual. La evocación "palpable"de su presencia mediante el aroma no siempre me da resultado. Es triste pensarlo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Anny
Hola Moniqué, un gusto siempre encontrarte por acá, lamento lo de tu mami, pero seguro que aunque el cafe no te sepa igual, la escencia de ella vive en ti.
ResponderEliminarUn beso, bonita
Hola amiguca!
ResponderEliminarEntro a felicitarte la Navidad y desearte lo mejor .No ahora si no siempre .
Seamos Navidad desde un corazón genesoro
Besucos con bolitas blancas como la luna.Sé feliz,corazón canalla !!
Gó
P.D
Lindo el recuerdo de nuestros mayores
Ahh ,he hecho el otro dia una entrada con mis cuadros-Si quieres verlos tienes la casa abierta, bella mujer de bella alma
Mi querida Nadi, es hasta hoy que entro y veo tu saludo, no importa que ya haya pasado la navidad yo te deseo que este nuevo año, este llenito de sorpresas, de ilusiones, de sueños y bendiciones.
EliminarTe dejo un abrazo apretadito, llenito de cariño.
Te quiero amiga!
Anny